Los incendios pueden ocurrir en cualquier momento y sin previo aviso. Un simulacro es un ejercicio preventivo que permite ensayar cómo actuar en caso de una emergencia real, y ofrece múltiples beneficios:
Conocer las rutas de evacuación, mantener la calma y saber a dónde dirigirse puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Muchos subestiman los riesgos de un incendio. Al vivir una situación simulada, todos comprenden la seriedad del tema y la necesidad de actuar con rapidez y responsabilidad.
Durante el simulacro, cada persona cumple un rol específico: líderes de evacuación, primeros auxilios, control de asistencia, etc. Esto fortalece el trabajo en equipo y asegura una respuesta organizada.
Estos ejercicios revelan si existen obstáculos en las rutas de evacuación, si hay personas que desconocen los protocolos o si hay equipos de emergencia que necesitan revisión.
Un aspecto destacado de este simulacro fue la participación activa de los estudiantes del programa de Auxiliar en Enfermería, quienes pusieron en práctica sus conocimientos en primeros auxilios, atención básica y manejo de situaciones de crisis. Esta experiencia no solo les brindó una oportunidad valiosa de formación práctica, sino que también reforzó su rol como agentes de cuidado y apoyo en situaciones reales de emergencia.
Este simulacro no es una actividad aislada, sino parte de una cultura de seguridad que promovemos todos los días. En la Fundación San Mateo, creemos que prevenir es educar y que cada miembro de nuestra comunidad debe estar preparado para actuar con responsabilidad ante cualquier eventualidad.
Los simulacros deben repetirse periódicamente para que la reacción ante un incendio se vuelva automática y efectiva. Agradecemos la participación de todos y seguimos trabajando por una institución segura, organizada y comprometida con el bienestar de todos.